Demolición


Descripción del puesto y principales tareas


El operario de demolición manual es el profesional encargado del derribo de obra y construcción a pequeña escala o en lugares donde no es posible el acceso de la maquinaria de demolición debido a las condiciones “delicadas” en las que se desarrollan. Normalmente se usan martillos demoledores, pero también es común el uso de mazas y otras herramientas.


Principales tareas


  • Tareas de preparación previas a la demolición

Se trata de tareas previas como por ejemplo: la retirada de cables y conducciones, la desconexión de sistema antiincendios, la retirada de rejillas, la retirada y recuperación de tejas, etc. En el caso, por ejemplo, de demoliciones en altura se realiza el apuntalamiento del forjado a derribar, mediante puntales telescópicos y vigas de madera adicionales.

  • Demolición manual de la obra

Los operarios con la ayuda de herramientas y máquinas portátiles (martillo percutor, maza, etc.) procede a derruir la obra; puntualmente también se realizan operaciones con las manos. Además, existe maquinaria específica como sierras o máquinas de disco especiales.

  • Desescombro

Durante esta tarea los operarios se dedican a la evacuación de los restos de los materiales derruidos. Para ello utilizan, mazas y cizallas para partir los trozos grandes en otros más pequeños, palas para recoger los escombros del suelo y cargarlos en carretillas, o tirarlos por las bajantes hasta los contenedores en el caso de que sea una demolición en altura. Si es a nivel de suelo, se utilizan legones y capazos para extraer los escombros.



El casco a utilizar debe cumplir con la norma EN 397 + A1.

Las condiciones recomendadas para el casco del oficio de demolición son:

  • Disponer de un buen sistema de ajuste, tipo ruleta o similar, ya que es habitual adoptar posturas que suponen inclinar en exceso la cabeza, se trabaja por encima del nivel de la vista o en posiciones forzadas.
  • Debe ser ligero.
  • Dado que los trabajos se realizan generalmente en el exterior, se recomienda seleccionar modelos de casco a los que se le puedan acoplar sistemas de acondicionamiento de temperatura.

 


Los guantes que se precisan para los trabajos de demolición son guantes contra riesgo mecánico, que deben cumpir con la norma UNE-EN 388.

Se recomienda que dispongan de un nivel alto en resistencia a la abrasión y al rasgado. Un valor alto en la prueba de desgarro y abrasión es un indicio positivo que de que el guante es resistente y duradero.

Si se manejan máquinas o herramientas manuales rotativas se debe tener en cuenta que un guante con un nivel alto de resistencia al rasgado no debe utilizarse en situaciones en las que exista riesgo de atrapamiento por partes móviles de máquinas o herramientas.

Deberán disponer de una buena desteridad para no interferir en el manejo de las herramientas manuales que se utilizan. Los modelos realizados con materiales flexibles, elásticos, de poco grosor y forma anatómica favorecen la destreza y la reducción de la fatiga de las manos.

Se seleccionarán guantes que eviten el exceso de sudoración, como pueden ser los fabricados con materiales transpirables, con el dorso ventilado o con material textil absorbente en el interior.


 


Se utilizará protección ocular adecuada, como mínimo gafas de protección de montura universal, pero si existe una alta concentración será necesario utilizar gafas de protección de montura integral.

Una de las condiciones que se debe tener en cuenta al utilizar este tipo de protección, es el tiempo de uso, para poder determinar la clase ocular del equipo a utilizar.

Clase óptica 1 para usos prolongados.

Clase óptica 2 para usos intermitentes

Clase óptica 3 para usos esporádicos.


 


El calzado que se recomienda utilizar es calzado de seguridad S3, preferiblemente botas, para proteger mejor el pie de posibles golpes.


 


Se deberá utilizar protección respiratoria, mínimo FFP3.

Es importante realizar un buen ajuste de los equipos de protección respiratoria para que su función de filtrado sea adecuada y no pierda eficacia.


 


Se deberá utilizar protección auditiva cuando exista un alto nivel de ruido provocado por las tares desarrolladas, como puede ser el uso de herramientas eléctricas o maquinaria ruidosa o en situaciones de un nivel de ruido muy alto, aunque la exposición sea corta.

El tipo de protectores a utilizar dependerá, sobre todo, del tipo de ruido al que se esté expuesto y del tiempo de exposición.

La protección auditiva puede ser:

  • Tapones, de un solo uso o reutilizables. En el caso de utilizar tapones reutilizables se controlarán las condiciones higiénicas de uso para evitar contaminar el canal auditivo.
  • Orejeras, con arnés o acopladas al casco. En el caso de utilizar orejeras acopladas al casco, el conjunto debe cumpli con la norma EN 352 Parte 3.

Se valorará la posibilidad de utilizar protectores auditivos no pasivos.


 


En aquellas situaciones de trabajos con riesgo de caída en alturas superiores a 2 m, en las que no ha sido posible la colocación de protecciones colectivas se utilizarán sistemas de protección anticaidas. Estos sistemas consisten, siempre, en arnés, conector y anclaje.

En la mayoría de los casos, el sistema a utilizar será un sistema de retención, que limite el acceso a la zona de peligro en la que puede tener lugar la caída.

Es importante remarcar que, para la elección de un sistema anticaídas, además de tener en cuenta los riesgos y el entorno, se debe elegir un arnés, un sistema de conexión y un sistema de anclaje y estos tres elementos deben ser compatibles.

Para más sobre los EPI utilizados en trabajos en altura y el procedimiento de selección consulta en la página web de la Fundación Laboral de la Construcción.