RECOMENDACIONES DE SELECCIÓN


Los pies, las piernas o la espalda del usuario de un calzado de seguridad, pueden verse afectadas por el uso de un calzado mal seleccionado e incidir directamente en su rendimiento laboral y en su salud.

La selección del calzado va a estar condicionada por la evaluación de riesgos del puesto de trabajo y se realizará una vez se hayan identificado los riesgos que deben ser cubiertos.

Dicha selección es fundamental y se deberá seleccionar aquel calzado que más se ajuste a las necesidades del puesto. Debe garantizar las propiedades de protección eficaz requerida, cumpliendo con los requisitos básicos de la norma que le aplique y los requisitos adicionales que sean necesarios para proteger de los demás riesgos detectados.

Algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de proceder a la selección son:

  • El calzado dispondrá del pertinente marcado CE y de los símbolos apropiados a los riesgos de los que ofrece protección.
  • Ofrecerá protección contra los peligros presentes sin que ello suponga un riesgo inherente mayor, evitando la sobreprotección.
  • Será adecuado para las condiciones del lugar de trabajo.
  • El diseño del calzado debe ser ergonómico. Se buscará la máxima protección posible, pero sin olvidar las condiciones ergonómicas, como, por ejemplo, la masa del calzado, la rigidez de la suela, permeabilidad al vapor de agua, resistencia al agua, energía de absorción en la región del tacón, resistencia al deslizamiento, etc.
  • Aunque no existe el calzado que no resbale, las suelas resistentes al deslizamiento reducen la probabilidad de resbalar en ciertas superficies.
  • Se tendrá en cuenta la morfología de los usuarios, por lo que será conveniente conocer la diversidad de formas y tallas de los trabajadores
  • Siempre que sea posible, se probará el calzado en el lugar de trabajo con el fin de comprobar si por sus características puede ser incómodo, poco práctico o interfiere de forma negativa en el desempeño del trabajador.